La alquimia a tu alcance
Desde tiempos remotos, muchas personas intentaron convertir metales comunes en oro, otros buscaban la cura universal de las enfermedades o buscaban el elixir que permitiría prolongar la vida eternamente. Esta especie de química medieval se llamaba alquimia.
La alquimia es el arte de transformar, y os queremos explicar como cada vapeador puede aficionarse a esta práctica de manera sencilla, barata y divertida, creando sus propios e-liquids. Se trata de una manera interesante de conseguir un líquido para vapear a vuestra medida, combinando los sabores que más os gustan y añadiendo la concentración de nicotina que más os conviene.
Es una alternativa mucho más económica a los líquidos comerciales, que además permite satisfacer a aquellos que les gusta experimentar sabores nuevos.
¿Qué tenemos que saber antes de lanzarnos?
La composición de un líquido de vapeo es muy sencilla. Se trata de tres ingredientes básicos que son el Propilenglicol (PG), la Glicerina Vegetal (GV) y el aroma.
El PG es un compuesto poco espeso, que potencia el golpe de garganta y el sabor sin alterarlo. Al contrario, la GV es un líquido mucho más denso que produce más vapor pero endulza un poco la mezcla.
Teniendo esto en cuenta, la cantidad de cada uno dependerá del líquido que quieras conseguir. De forma general, recomendamos para aromas tabaquiles utilizar una base con mayor porcentaje de PG, y en los frutales y dulces, mayor porcentaje de GV.
Además de decidir sobre los porcentajes de PG y VG, la clave en alquimia para obtener el líquido de tu agrado, es la maceración. La maceración es el tiempo que tendremos que dejar reposar mezclados los diferentes componentes de nuestro futuro elíquido antes de poder utilizarlo. Ese tiempo dependerá de la concentración elegida de PG y GV pero también del tipo de aroma que escojamos. Pero generalmente, podemos decir que cuánto más tiempo, mejor se maceran los líquidos y mejor sabor obtendremos.
Los aromas frutales son los más rápidos a macerar (a partir de una semana). Le siguen los tabaquiles, que pueden tardar entre quince días y un mes. Y finalmente los dulces que requieren al menos un mes, y preferiblemente tres meses.
Además, existen diversos procesos para hacer macerar a nuestros líquidos, más o menos complejos. En nuestra tienda, os explicaremos encantados todos estos secretos de alquimistas.
Alquimia para iniciados
Para iniciarte es preferible que utilices concentrados de aromas comerciales. Son líquidos donde los aromas ya están mezclados por el fabricante. A ellos les tendremos que añadir el PG y GV con el porcentaje que más nos conviene.
Una vez mezclados y para lograr el sabor exacto de un líquido, solo nos faltará un poco de paciencia (por el tiempo de maceración) antes de poder saborear nuestro juice favorito.
Un bote, un pack de base (con o sin nicotina), un aroma.
Mezclar, macerar, esperar.
¡Y ya tenemos nuestro liquido!
Alquimia avanzada
Si queremos seguir adentrándonos en el mundillo y aventurarnos a realizar una alquimia avanzada, (es decir, crear un líquido único en lugar de reproducir uno comercial) necesitaremos mezclar monoaromas (una fruta, un tipo de tabaco, un sabor dulce, etc.) entre ellos y con las concentraciones que deseamos de PG y de GV.
Podemos probar tantas combinaciones como queramos, probando una multitud de aromas diferentes y buscando las proporciones PG/GV más adecuadas al tipo de líquidos que deseamos.
Es un tipo de alquimia más experimental, en la que para lograr un equilibrio entre sabores tendremos que ir probando. Para no desperdiciar líquidos existen aplicaciones con las que medir cantidades y orientarte en cuanto a qué sabores combinan y se mezclan mejor.
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