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Los primeros liquidos se crearon para simular la experiencia al fumar y por eso los fabricantes se centraban exclusivamente en recrear el sabor a tabaco. Utilizaban concentraciones equilibradas de Propilenglicol (PG) y Glicerina Vegetal (GV), porque por aquel entonces no importaba demasiado la cantidad de vapor, si no más bien, el sabor.
No fue hasta años más tarde cuando aparecieron diferentes tipos de vapeadores, que buscaban nuevas sensaciones y variedad.
Para satisfacer las nuevas demandas, los fabricantes reinventaron la composición de sus elíquidos. Aparecían infinidad de combinaciones de sabores: a los sabores tabaquiles se le añadían toques de frutas, o frutos secos, licores, dulces…
Y a su vez, se aumentaba la proporción de GV para obtener líquidos más espesos y con mayor producción de vapor.
Los consumidores ya no estaban estancados en suplir la necesidad de fumar con el vapeo. Así, se abrieron las puertas para la transformación de los liquidos y la forma de vapear.
Son el elemento que se transforma en el vapor en un vapeador.
Conocido como líquido de vapeo, e-liquid, e-juice, o liquido de vapeo, es, junto con tu dispositivo favorito, la parte esencial para conseguir una experiencia de vapeo satisfactoria.
El proceso es muy sencillo: El líquido se absorbe por el algodón de la resistencia que a su vez lo calienta, evaporándolo.
La composición básica de estos líquidos es de tres ingredientes: Propilenglicol (PG), Glicerina Vegetal (VG) y aromas.
Dependiendo de las marcas y del sabor pueden variar las proporciones de cada compuesto, aunque también existen líquidos con base 100% GV (líquidos sin propilenglicol), líquidos sin saborizantes, sin nicotina,...
Según las características de cada componente y según qué resultado se desea (más vapor, menos toque dulce…) cada líquido utiliza diferentes concentraciones de cada uno de ellos.
La seguridad en tema de salud es primordial en la industria del vapeo, por eso, todos los ingredientes son aptos para el consumo humano. (Tanto el Propilenglicol como la Glicerina se utilizan en la industria alimentaria, farmacéutica o cosmética).
Podemos agruparlos en cinco tipos:
Ante tanta variedad es difícil escoger, por eso queremos ofrecerte una serie de consejos para que no quedes insatisfecho en tu primera experiencia de vapeo.
Si estás iniciándote, lo primero que debes tener en cuenta es que tipo de experiencia buscas:
Quizás aquel líquido que pensabas que sería demasiado dulce, o demasiado refrescante para tu gusto, sea el líquido que te sorprenda y el que decidas mantener siempre en tu lista de favoritos.
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